En nuestra última visita a Mazunte, en Oaxaca, decidimos visitar Zipolite. Era un día lluvioso así que prácticamente fuimos ahí a comer al lugar más recomendado del pueblo: la posada El Alquimista.
El Alquimista es hotel pero nosotros sólo conocimos el restorán. Situado en el extremo contrario de la nudista Playa del Amor, queda en un rincón muy tranquilo perfecto para comer con mucha calma o tomar tragos frente al mar.
Si hay una cosa que no falla en las playas de Oaxaca es que siempre se come bien. Sea en una fondita sencilla o en sitios más elaborados y El Alquimista no es una excepción.
Nosotros pedimos fajitas de pollo con vegetales y atún con balsámico (porque proteínas) y nos quedó espacio para el postre: un pastelito de chocolate que tenía cara de haber sido horneado en una lata y que estaba delicioso, esponjosito por fuera y con relleno de chocolate líquido y tibio.
Mejor aún que la comida es la experiencia del sitio. Buena música, buena vista y buena vibra.
Nos unimos a todos los que recomiendan El Alquimista como el mejor restorán de Zipolite.
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