El Casco Antiguo de la Ciudad de Panamá

Panamá es un encantador destino turístico al que quizá le falta la publicidad adecuada porque ¿cuántos de ustedes pensarían tomarse unas vacaciones en ese país? 


Si piensas en turismo de aventuras, quizá pensarías primero en Costa Rica. Si piensas en playas, quizá se te ocurriría, antes, República Dominicana. ¿Ciudad Histórica? Puerto Rico o Antigua. Y para compras tal vez pensarías en Cancún. 


Pero resulta que Panamá tiene todas esas opciones. Localizado justo a la mitad de América Latina, el aeropuerto de su ciudad capital es un punto neurálgico de las rutas aéreas que van al sur y al norte del continente.


Un poco la localización geográfica, otro poco el famoso canal de Panamá y por supuesto su propia historia hacen de la capital un lugar interesantísimo: por un lado es un centro de negocios denso en rascacielos y edificios inteligentes y por otro lado tiene ese encanto que sólo se adquiere tras casi 500 años de existencia (fue fundada en 1519).


El Casco Antiguo de la Ciudad de Panamá es un lugar digno de verse y de caminarse. Lleno de edificios históricos -algunos perfectamente restaurados y otros por completo en ruinas- es puro contraste en todas sus calles. Hay edificios centenarios convertidos en hoteles de primera clase, cafés (tienen un café tan bueno como el de Colombia), restoranes y bares muy animados pero también hay rincones abandonados que por la noche pueden resultar intimidantes para un turista.


Si algo caracteriza las calles del Casco Antiguo, diríamos nosotros que es la mezcla de todo: de gente, de gastronomías propias e importadas, de lo nuevo y lo viejo. Es común ver mujeres de la etnia Guna, con sus vestimentas típicas, caminando en parejas como si la ciudad fuera su posesión. 


Y entonces tomas un coche y cruzas a la parte nueva de la ciudad y encuentras lugares como el Soho Mall y sus boutiques Chanel, Saint Laurent o Valentino, encuentras el mega hotel Hard Rock con sus 66 pisos y encuentras la vida nocturna de los casinos. Panamá es una especie de síntesis de América Latina...


A poca distancia de la capital se encuentra el mar Caribe que, en la zona antes conocida como San Blas (ahora Guna Yala), es un paraíso natural para no hacer nada más que asolearse y comer mariscos. Aunque eso lo escribiremos en otro post, esa combinacion ciudad histórica / paraíso natural se nos antoja perfecto para una luna de miel. O una segunda luna de miel, qué más da. Un viaje que, pensamos, es mejor hacer sin niños. 


Algunos links útiles:

Los Tocinantes agradece a Guillette Venus por hacer posible esta serie de posts sobre Panamá. 


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