Posiblemente provenga de aquí la postal más popular de California, esa que gracias al cine todos tenemos en la cabeza: rubias patinando en daisy dukes y tops de bikini, palmeras y atardeceres paradisíacos.
Esa imagen que hemos visto una y otra vez en videoclips y series de televisión es la imagen de las playas de Santa Mónica y Venice (que aunque están pegadas no son lo mismo).
Aunque Los Ángeles es mucho más que palmeras y rubias en daisy dukes quisimos empezar por aquí porque sí es, definitivamente, uno de los paseos imperdibles sin importar lo que andes buscando.
Podemos empezar por ahí, por preguntarte qué estás buscando... ¿Compras? el 3rd Street Promenade es el lugar al que tienes que ir para encontrar boutiques de lujo o cadenas de fast fashion y darte un atascón de compras o de comida. ¿Mariguana? En Venice Beach hay consultorios donde puedes conseguir una receta de mariguana medicinal. ¿Caminar? En una ciudad donde prácticamente nada está a distancia caminable hay unos pocos puntos donde puedes andar a pie sin más propósito que pasear.
También puedes dirigirte al muelle de Santa Mónica para rentar una bicicleta y recorrer pedaleando los dos kilómetros que te separan del muy famoso letrero de Venice sobre Pacific Avenue. Es la forma perfecta de meterte dentro de la postal. Nosotros lo hicimos con hija y todo: la montamos en la sillita trasera de una bici y pasamos uno de los momentos más placenteros de todo el viaje.
La ciudad de Los Ángeles y sus alrededores componen una extensión enorme de cosas que ver y sitios que visitar y como precisamente moverse en transporte público no es tan sencillo como en, digamos, Nueva York, (y moverse en auto puede resultar agotador debido a las distancia) lo mejor es permanecer en un lugar durante el día y no desplazarse demasiado.
En ese sentido Venice y Santa Mónica son un punto ideal para pasar un día completo empezándolo muy temprano, antes de que el sol se vuelva feroz, y terminándolo no tan tarde porque después del atardecer la zona de playa cambia su caracter, se vacía y todo cierra. Nuestra recomendación es relajarse y llevar bien cargada la pila del teléfono porque la zona es muy fotogénica.
Y dejarse llevar. Especialmente en Venice, que es uno de esos lugares donde la gente y las cosas vienen a tu encuentro sin que hagas nada. Es parte de la magia.
No hay comentarios.
Comente con confianza, no comemos (a menos que sea usted un delicioso tocino).