Porchetta se pronuncia por-ke-ta

Escuchamos sobre Porchetta y quedamos todos emocionados ¿es que puede haber un sitio más tocinante? Difícilmente, la verdad.

El sábado preparamos nuestras panzas (saltándonos el desayuno) y nuestros espíritus y fuimos a Polanco a probar esa delicia italiana llamada porchetta. La porchetta, según nos informan por acá, es una especialidad del centro de Italia cuyos ingredientes principales son el lomo de cerdo, la panceta y algunas hierbas aromáticas como hinojo, salvia y romero.

Permítannos deternos un momentito para describir mejor el panorama. La panceta es básicamente una lonja en la panza de los puercos, yep, del mismo lugar de dónde proviene el tocino. A esa maravilla se le frotan las hierbas para después con ella envolver un trozo de lomo; el rollo resultante se rostiza durante horas hasta que queda crujiente.

Compartimos con Porchetta la fascinación por los puercos. Lo primero que notas al entrar al lugar son un montón de cerditos: hay uno pintado en la pared, en una repisa hay uno de peluche con alitas, hay otro que sostiene una cerveza. Hay cerditos en el menú, el logo es un cerdito, hay cerditos en las servilletas...

Y claro, hay cerdo entre dos panes. La carta es breve pero contundente: siendo la porchetta la estrella, se sirve en tortas de pan artesanal (perfecto pan, por otro lado). Nosotros pedimos una Chilanga y una San Francisco pero esperen que me estoy adelantando.

De entrada pedimos una ensalada Green Pig y unas Papas Puercas. La ensalada muy bien, irreprochable, pero casi que nos la podiamos haber saltado (la próxima vez probaremos la sopa de tomate) pídela si de verdad necesitas comer algo verde. Las papas, deliciosas: están rostizadas y vienen con pedacitos de porchetta, parmesano y más ingredientes sabrosos pero principalmente pues, saben a marranito.

Nuestras tortas. La Chilanga está lejanamente emparentada con una buena (muy buena) torta de carnitas: tiene aguacate y jitomate y es picosa. En la San Francisco el sabor de la porchetta queda contrastado con la dulzura de la cebolla caramelizada. Ambas nos encantaron y honestamente no sabríamos decir cuál estuvo mejor ¡son muy diferentes entre si!

Para tomar pedimos cada quien una cerveza. La Puerco Salvaje de Héctor era de sabor muy fuerte mientras que la Red Pig de Ángeles resultó más suave y accesible.

Increíblemente, todavía nos cupo el postre. Sólo había flan de cajeta en una porción perfecta para rellenar el huequito que pedía dulce.

Celebramos mucho que los restoranes especializados en cerdo se estén poniendo de moda y celebramos también a Porchetta y a su merecida fama. ¡Feliz mal du porc para todos!


Porchetta - Campos Elíseos 247, Polanco (frente al Hotel JW Marriot). Sitio oficial - Twitter - Facebook - Foursquare. (No se pierdan las fotos del día que la UFC llenó todo el local -clic-).


Más posts sobre el maravilloso animal llamado cerdo, aquí.

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