Hay palabras que sólo existen en unos pocos idiomas. O en uno nadamás. Palabras sin traducción, lo cual no significa que el concepto no exista en otras culturas, simplemente no tiene la importancia necesaria para ser expresado en una sola palabra.
Ejemplo: la palabra sobremesa sólo existe en español (acá otras simpáticas curiosidades).
Así pues: Fika. Fika es una palabra sueca para nombrar la hora del café. Aunque puede ser que se tome te en lugar de café y dónde lo importante es socializar (más sobre el concepto, en el blog Tarde o Temprano, acá).
Todo el concepto y algunas recetas suecas es lo que tiene Fika, un cafecito en la Roma Norte ligeramente fuera del circuito más visitado del barrio. Lo cual es obviamente una ventaja porque es un sitio tranquilo en el cual, efectivamente, hacer una pausa.
Los sabores de Fika son exóticos, lejanos. Dulces o salados, no saben a nada familiar porque -ya lo decíamos- son sabores suecos. Si dudas un poco, déjate hacer sugerencias (el personal es ultra amigable) o pide a ciegas y sorpréndete. Muchos postres están a la vista, así que puedes empezar por ahí.
Nos gusta Fika para lo que es: detenerse un poco, platicar, comer algo ligero a media mañana o media tarde. También nos gusta para sacarle la vuelta a los lugares atestados de Álvaro Obregón.
Si te quieres tirar de cabeza al asunto "sabores suecos", pide el sandwich de albóndigas. ¡Ah! y los smoothies nos encantaron.
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