Xanat significa "flor de vainilla" y por eso el menú del Bistro & Terrace del Hotel JW Marriot tiene toques de vainilla por aquí y por allá: tanto en platos dulces como salados y también en algunas de las bebidas.
La carta de este lugar es un homenaje no sólo a la vainilla, sino a la gastronomía mexicana al completo. Los platillos son reinvenciones de recetas tradicionales o están elaborados a partir de ingredientes característicos de la cocina mexicana.
Como Xanat es una terraza, todo está pensado para que pases un rato relajante: además de la (buena) comida también hay excelente coctelería. A nosotros nos gustaron mucho las "mezcalitas" una reelaboración de las clásicas margaritas sólo que con mezcal en vez de con tequila ¡están bien sabrosas!
Esta locación nos parece de lo más afortunada. Si eres huésped del hotel es perfecta para bajar el voltaje y relajarte antes de irte a dormir, si trabajas por la zona está ideal para tomar unos cocteles después de la jornada laboral. También hay desayunos y un buffet de fin de semana pero como nosotros la conocimos en plan bar, así la recomendamos. Pro-tip: refúgiate aquí si un día te atrapa el tráfico imposible de Polanco.
Xanat, por otro lado, es bastante romántica. Ver caer la tarde en Campos Elíseos tiene su encanto. Doble encanto si además te das unos taquitos de pato al pastor o cualquiera de las coquetas entradas -tiradito de róbalo mmmh- junto con un par de cervezas importadas o unas mezcalitas. También vale la pena echarle un ojito a los postres (nuestro corazón se lo llevó la crème brûlée de mamey, compartida entre dos porque es bastante generosa).
Sexy pero relajada, así fue nuestra experiencia. Si estuviéramos de novios definitivamente nos gustaría tener una cita aquí.
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