Las barberías están de moda. Esa podría ser razón suficiente para publicar esta post en Boticapop y no aquí, en Los Tocinantes. Sin embargo este blog se trata de contar experiencias y pensamos que a los señores barbones (y lampiños) menores de 40, les gustará tener la experiencia barbería.
Porque si, todo empieza con sentarse en una de esas grandes sillas para dejarse atender. Las posibilidades se han multiplicado por la ciudad pero nosotros elegimos una de las primeras nuevas-viejas barberías de la ola: Old School, en la Zona Rosa.
La carta de servicios es ecléctica aquí. Se especializan en cortes clásicos y, por supuesto, en el arreglo de la barba, pero también en tintes de fantasía para hombres y mujeres (usan la marca vegana Manic Panic).
Además de un corte de pelo vintage, puedes conseguir anteojos de la marca Moscot e incluso ordenar un par de zapatos hechos a medida.
Y si quieres alargar la experiencia y llevarla a casa, puedes comprar productos para el cabello de aire retro, como brillantina o pomada como la pomada Papacitos, de espíritu rockabilly.
Esto es, Old School es por supuesto un paseo por esa variedad de nostalgia que se siente quizá por cosas que no se han vivido y en esto el diseño juega un pale importante. No es sólo que te pongan una toalla caliente y te rasuren con navaja, que también, pero la madera que te rodea y las tipografías que lees también forman parte de la experiencia.
Una cosa que nos gusta de Old School es que está menos atestada que otros lugares similares. ¿Será quizá a que se encuentra en la ahora poco trendy calle de Génova? Puede ser. Por supuesto que puedes hacer cita pero no tardarás un mes en conseguirla.
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